La música induce un cambio continuo y dinámico en el sistema cardiovascular

Cuando la música se detiene tanto la respiración como la tasa cardíaca y la presión cardíaca disminuyen.
La música lenta produce descensos en las tasas cardíacas.
Al parecer los "crescendos" (aumento gradual de la intensidad o del ritmo) inducen un umbral moderado mientras que los "decrecendos" (una disminución en la intensidad o el ritmo) inducen relajación.
Cómo se realizó el estudio?
Los investigadores estudiaron a 24 individuos caucasianos sanos, emparejados según edad y sexo, con entre 24 y 26 años que incluían a 12 cantantes con experiencia y a 12 participantes que no tenían un entrenamiento musical previo. Los participantes fueron dotados de auriculares y pasaron por un electrocardiograma y fueron controlados en relación a la presión sanguínea, el flujo arterial cerebral, respiración y estrechamiento de los vasos sanguíneos de la piel.

Los investigadores descubrieron que cada crescendo conducía a un aumento en el estrechamiento de los vasos sanguíneos bajo la piel, un aumento de la presión sanguínea y de la tasa cardiaca y la respiración. En cada pieza de música la extensión del efecto era proporcional a los cambios en el perfil del corte musical.
Además, durante la pausa de silencio, los cambios disminuyeron y los vasos sanguíneos se dilataban y reducían la tasa cardiaca y la presión sanguínea. Las frases musicales de unos 10 segundos como las del 'Va Pensiero' y 'Libiam Nei Lieti Calici' sincronizaban el ritmo cardiovascular inherente, modulando el control cardiovascular.