lunes, 24 de marzo de 2008

Infecciones Respiratorias

Debido al fenómeno de la ventilación, el pulmón y las vías aéreas ­están continuamente expuestos a microorganismos ambientales, los­ que causan con frecuencia infecciones. En la mayoría de los casos­ estas son banales, como el resfrío común, no comprometiendo la­ vida. No obstante, por su elevada frecuencia éstas son la primera­ causa de consulta médica, produciendo pérdidas económicas­ importantes por ausencias laborales. Por otra parte, en algunos ­casos las infecciones llegan ser muy graves, como lo demuestra el hecho de que las infecciones respiratorias son la primera causa­ de muerte entre las enfermedades infecciosas. A continuación­ analizaremos los mecanismos que dispone el aparato respiratorio ­para defenderse de estas agresiones y los mecanismos que explican ­las infecciones respiratorias más importantes.


En los primeros dos años de vida, los niños tienen entre 5 y 10 infecciones de las vías respiratorias por año. Protegerlos de la contaminación y de los cambios de temperatura ayuda a evitar estas patologías.




Las infecciones que van desde la nariz hasta el último alvéolo de los bronquios son las llamadas enfermedades respiratorias. Las infecciones en vías respiratorias, en su mayoría, son de corta duración y mejoran sin necesidad de tratamiento. Poco a poco los menores van conociendo las bacterias y preparando sus propias defensas, hasta que llegan a adultos, cuando raramente sufren de este tipo de enfermedades.

La infección depende del tipo de bacteria, de las condiciones generales del paciente y de si es alérgico o no.

¿Por qué los menores que sufren alergia son más proclives a sufrir estas patologías?

La alergia es un factor muy importante en la aparición de estas enfermedades, porque produce un fenómeno de inflamación de las vías respiratorias. Al estar inflamadas, los mecanismos defensivos naturales locales se alteran y, por lo tanto, el paciente se defiende mal de las infecciones. Si se analizan cien bronconeumonías, resulta que la mitad o más de esos pacientes son alérgicos. Sin embargo, si la alergia se trata en forma adecuada, la inflamación desaparece y el paciente vuelve a una situación inmunológica normal.

MECANISMOS DE DEFENSA PULMONAR

Un sujeto con un VC (volumen corriente = aire ventilado) de 500 ml y una f (frecuencia respiratoria por minuto) de 12 respiraciones, es igual a 8640 litros al día . En una vida de 70 años el volumen de aire inspirado es de más de 220 millones de litros. Este aire tiene partículas orgánicas e inorgánicas en suspensión, que quedan depositadas en la vía aérea. No obstante, en una autopsia sólo encontramos­ mínimas cantidades de estos compuestos, lo que demuestra que el aparato respiratorio posee un eficiente sistema de limpieza que permite mantener el pulmón libre de contaminantes ambientales. Los principales mecanismos de protección del pulmón y vías aéreas son:

Nariz: por su intrincada estructura, en la nariz se forman­ corrientes de aire que favorecen el depósito de partículas en la mucosa nasal, lo que permite su eliminación antes de entrar a las­ vías inferiores. Es muy eficiente para partículas de tamaño relativamente grande.

Acondicionamiento del aire inspirado: además de eliminar partículas, las vías aéreas superiores calientan y humidifican el aire inspirado, lo que permite que las vías aéreas inferiores no sufran resecamiento y enfriamiento.

Tos: es un acto reflejo que requiere de la participación de receptores de irritación, vías nerviosas, músculos inspiratorios y espiratorios y glotis. Permite eliminar partículas relativamente grandes de la vía aérea y secreciones anormales.

Aparato mucociliar: el mucus producido por glándulas mucosas y células caliciformes se dispone en dos capas. Una líquida en contacto con el epitelio y otra gelatinosa en la superficie. Esta última capa es transportada por el movimiento ciliar hacia la laringe y la boca, donde es expectorada o deglutida. Permite eliminar de la vía aérea algunas de las partículas más pequeñas que se adhieren al mucus bronquial.

Mucus: el mucus tiene sustancias de acción antimicrobiana como lisozima, complemento, interferón e inmunoglobulinas, que inactivan microorganismos e impiden su adherencia a las células respiratorias.

Macrófagos alveolares: son células especializadas que recorren los alvéolos del pulmón, detectan partículas extrañas (por ejemplo bacterias), las fagocitan y eliminan. Son capaces de iniciar un proceso inflamatorio.

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Fuente: Curso Web

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