El pesimismo y el malhumor hacen daño crónico al corazón
Publicación en el diario el País
El corazón no será el centro de las emociones, como creían los antiguos y como cantan los boleros, pero sí un epicentro que sufre las consecuencias de lo que pasa en el sistema nervioso.
Lo que sí parece cada vez más claro es que si estar de mal humor, triste o enojado pasara a ser una constante aunque no hubiera motivos, y si además resultara difícil compartir los sentimientos con otras personas, estaríamos cargando a cuestas otro importante factor de riesgo de enfermedad coronaria o de hipertensión arterial, entre otras enfermedades crónicas que involucran al aparato cardiovascular.
La relación se sospecha desde hace tiempo, pero actualmente varios científicos intentan medir la importancia de este factor de riesgo, definido como una combinación entre vulnerabilidad al estrés negativo (disestrés) que se manifiesta como una "afectividad negativa" (pesimismo, malhumor, sensación de infelicidad y preocupación constante) y cierta dificultad para el contacto social, a la que los estudiosos dieron en llamar personalidad tipo D.
Aunque cada una de estas características de la personalidad parecen afectar al corazón también por separado, es la combinación de ambas lo que funcionaría de forma sinérgica, potenciando mutuamente sus efectos.
La personalidad tipo D (de distrés, que es el estrés relacionado con la sobrecarga de preocupaciones, más que el estrés desencadenado por el esfuerzo físico) comenzó a ser estudiada como factor de riesgo cardiovascular en la década del 90, aunque recién en el año 2005 el investigador Johan Denollet publicó en la revista Psychosomatic Medicine la guía DS14, que es la que se utiliza para identificar con precisión este tipo de personalidad y evaluar el grado de riesgo que puede representar para los pacientes cardíacos.
"La personalidad tipo D representa un importante factor de riesgo que los cardiólogos deberán tener en cuenta, a diferencia de la depresión, que supone otro tipo de riesgo", aseguró la doctora Angelique Schiffer, investigadora de Psicología Médica de la Universidad de Tilburg, Holanda.
Mientras la persona con depresión tiene más riesgo de sufrir un infarto agudo de miocardio, el "paciente D" es propenso a contraer afecciones del aparato circulatorio. El dato más significativo es que de una población de personas hipertensas estudiada por los expertos, el 53% resultó coincidir con el perfil descrito como "D".
Fuente: Diario el País
0 comentarios:
Publicar un comentario